miércoles, 10 de marzo de 2010

Dentro de los sueños de Dalí



La lógica reprime nuestra libertad…
Gracias por darnos este espacio para echar a volar nuestra creatividad
y dejar nadar nuestro espíritu sin cadenas.








Es así como firmé el libro de visitas de la exposición de este surrealista español, la cual la tuve que dividir en dos días, el primero de ellos dediqué dos horas y media en internarme en la serie de 56 piezas de la Divina Comedia (1960) comenzando por los círculos del infierno de Dante (el cual ya leí), después por el purgatorio y por último el paraíso. La pintura que más me gustó fue la de “La preparación para la oración final” ya que me pareció que con ella representaba su devoción por Gala, algo opuesto a él o su equilibrio, a diferencia de lo grotesco incluso lo aberrante (les puede parecer a algunos) que nuestra naturaleza experimenta y que es censurado por la sociedad.
El segundo día visité las dos salas que quedaron pendientes; siguiendo con la logística estaban 25 obras de Los sueños caprichosos de Pantagruel (1973) en las que destacaban (según a mi parecer) habas, falos, huesos expuestos, cascaron de huevos, narices alargadas, golondrinas, horquetas, insectos y expulsión de fluidos, ¿cómo interpretaremos todo este conjunto de elementos? Por último 12 grabados referentes a Las fábulas de La Fontaine (1974) las cuales tenían color y elementos infantiles donde vi tras el telón su sello personal.


La colección la observé desde el punto de vista hacia el artista: su rebeldía, impulsividad, inteligencia, extrañeza, lo inverosímil de su personalidad y tratando de descifrar qué parte de él lo llevaría a expresar tales trazos, cómo decidiría cada uno de los elementos como el color de cada una de ellas que al fin y al cabo al hacerlo dejaría expuesto lo más íntimo de Dalí, sus firmas fue algo que también llamó mi atención mientras me preguntaba cuándo mira su obra terminada ¿qué experimenta?


Después de la visita puedo concluir que nada es casualidad en la pintura, todo está premeditado por aquello que está escondido esperando en el callejón, asechando la oportunidad para ser plasmado y formar parte de este mundo.


Escríbeme: lunarococo@gmail.com

lunes, 8 de marzo de 2010

¿Qué somos?

Una hoja en blanco, un lienzo a la espera de ser utilizado nos da la pauta de desahogar lo que somos, lo que queremos ser o lo que suponemos, adentrarnos en lo más profundo de nosotros sin importar si es bello o no simplemente por el hecho de expresarlo.


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martes, 2 de marzo de 2010

Taj Mahal?



Desde muy pequeñita he tenido la inquietud por pintar, no dibujar (aclaro), sólo pintar. Ver los colores y sentirlos me parece algo que no sé cómo explicar, pero trataré, se siente… suave pero por momentos roñoso y un poco húmedo como si los colores los pudiéramos oler, tocar y hasta saborear, claro que cuando comencé casi siempre era con lápiz pues me encargaba de perder mis colores y en el mejor de los casos comerlos. Recuerdo que en esa época los Looney toones era la moda no me llamaban mucho la atención, pero si todos los colores que le podía poner, cuando los tenía claro! Años después descubrí que las enciclopedias, que aún conservo, tenían además de tantas palabras que podía aprender, fotos de lugares muuyyyyy lejanos pero interesantes. Un día me encontré con algo que parecía un palacio, imaginaba que era blanco, su forma fue lo que mas me llamó la atención ya que era sumamente simétrico, por supuesto que no sabía en ese entonces que es considerado como uno de los edificios más bellos del mundo y no es para menos, construida entre los años 1632 y 1648 por el emperador Shah Jahan en memoria a su amada esposa Mumtaz Mahal, ¿de qué hablo? Del Taj Mahal (breve espacio cultural).
Aun me falta aún mucho que contarles, así que continuaré haciendo memoria, lo cual no es mi fuerte.
Besos!


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